"Connie" en TWA Hotel, N.Y.
Connie, el bar dentro de un avión
Esta inusual coctelería que rinde homenaje a Eero Saarinen y a la estética de los años sesenta es uno de los principales reclamos del TWA Hotel de Nueva York.
Estamos seguros de que nunca has visto un bar coctelería como Connie
Se encuentra literalmente dentro de un avión y está ubicado en el exterior del TWA Hotel que desde hace pocos meses ha revolucionado el aeropuerto JFK de Nueva York.
El aeroplano es un L-1649A que data de 1958 y, tal como puedes apreciar en estas imágenes, destaca por su estética retro.
Connie es uno de los muchos atractivos que tiene el TWA Hotel, el cual ocupa la antigua terminal perteneciente a la extinta aerolínea estadounidense. Sí, cerró oficialmente sus puertas en 2001, pero en 2019 ha vuelto a erigirse gracias a este ambicioso proyecto hotelero en un nuevo icono del retrofuturismo.
Sara Duffy, del equipo de arquitectos Stonehill Taylor, es quien ha dotado de una nueva vida a este avión.
Adentrarse en Connie es como viajar en el tiempo. Aunque su interior mantiene intactos elementos como las cortinas en las ventanas de los pasajeros y piezas de mobiliario vintage, Aaron Sciandra se ha encargado de diseñar para la ocasión los tejidos y las fundas de los asientos.
Asimismo, Connie homenajea al arquitecto Eero Saarinen. El encargado de realizar esta terminal que abrió sus puertas en 1962, incluyendo referencias a su trabajo como, por ejemplo, las mesas que él mismo diseñó.
Uno de los elementos más característicos del bar coctelería es la fastuosa alfombra roja que da la bienvenida a los comensales.
Connie, como es apodado cariñosamente, no es un avión cualquiera. Se trata de un Lockheed Constellation, un modelo que rompió el récord de velocidad transcontinental en 1946 y que, además, en la década de los cincuenta fue el Air Force One del presidente Dwight D. Eisenhower.
No solamente estéticamente rinde tributo a los sesenta, sino que además las camareras y camareros van uniformados con trajes de la época y su menú presenta bebidas y tentempiés propios de aquella década.
Desde que ha abierto sus puertas se ha convertido en un nuevo referente de la ciudad de Nueva York. Lo entendemos perfectamente: es el bar soñado por los amantes del mobiliario Mid-Century y la arquitectura más optimista.