Dior presentó su colección haute couture y el resultado es realmente impresionante.

Diseñado especialmente por la artista estadounidense  Judy Chicago. La obra monumental The Female Divine, representa el cuerpo de una diosa, ilumina las siluetas de la colección que encarnan la belleza triunfante.

En la presentación de alta costura de Christian Dior en la primavera de 2020 en París, los asistentes fueron conducidos al interior de una enorme cámara con forma de útero, con un techo de color malva curvado y alfombras lilas suaves. El espacio era parte de una escultura antropomórfica inflable de 225 pies de largo y 45 pies de altura, instalada en los jardines del Museo Rodin, por la artista estadounidense Judy Chicago.

La mujer de 80 años diseñó por primera vez la estructura, que representa una figura de diosa con formas femeninas redondas, a fines de la década de 1970, aunque nunca se realizó en tres dimensiones.

La obra, titulada «The Female Divine», sirvió como sede del espectáculo, contenía 21 pancartas de terciopelo bordadas a mano de colores vivos que se alineaban junto a la pasarela. Cada una fue cosida con una cita relacionada con la propuesta idea principal del trabajo, que estaba escrita en una pancarta central: «¿Qué pasaría si las mujeres gobernaran el mundo?» Las indicaciones iban desde el material: «¿Los edificios se parecerían a los úteros?» social: “¿Sería Dios mujer?” y “¿Habría violencia?”. Todas fueron preguntas que han estado presentes en el trabajo de Chicago desde que comenzó su práctica en la década de 1960.

Los tapices, que tienen casi 10 pies de alto y 7 pies de ancho, iluminaron el evento de una manera espectacular: cada uno de ellos fue hecho a mano por alumnas de la Escuela de Artesanía Chanakya. Una organización sin ánimo de lucro con sede en Mumbai, India, que enseña a las mujeres técnicas artesanales que los hombres practicaban tradicionalmente.

«The Female Divine», por lo tanto, tiene como objetivo presentar una historia alternativa en la que los principios matriarcales se aplican en el siglo XXI. Invitando a los invitados a reconsiderar proactivamente los roles de género y las posteriores relaciones de poder que desde entonces han determinado la forma en que funciona la sociedad en su conjunto.